25 de mayo de 2010

Argentinos bicentenarios


Es el auge de “la enseña que Belgrano nos legó”, de las insignias celestes y blancas que French y Berutti jamás pudieron haber repartido en 1810. Discursos, voces, poco más que sueños de aquellos argentinos revolucionarios y de estos argentinos bicentenarios, que recuerdan, que rememoran, que escriben y escuchan y visten los colores hasta que los festejos los separen. Calles enteras de banderas flameantes, palcos y programas, titulares, escarapelas en sold out, comercios auspiciando al sentir nacional, comercio de nación: toda una historia reunida en una nueva foto, quizás ahora sí con paraguas, de esta chusma que sigue sin entender bien qué está pasando.
No hay sentir patriótico cada 100 años: es casi redescubrir al fósil, desempolvar el pasado, exponerlo, y que el tiempo lo recupere. No se entiende, ni se vive, ni se siente a la historia adornando y adornándose, jerarquizando discursos por causa noble. Ser argentino o argentina no puede ser más que un gentilicio, y revelar estas cuestiones y tratar de desarraigarlas merecen mayor compromiso que el de un festejo. La historia debe desmitificarse para construir realidad; los discursos no deben decir y callar en situaciones pertinentes: los discursos deben decir siempre porque la Argentina debe ser pertinente para los argentinos, porque no sólo es principio, medio y fin, sino, ante todo, es nuestra, y ese es el grito que tratamos de rememorar, no la reunión ni los colores ni todo ese relleno que hace a la significación, pero dista mucho de ser bien significado. La patria no está en todos esos textos que se van, si no en lo que en nosotros queda, si es que aprendimos a sentirlo.
“Patria es humanidad” escribió Benedetti… Como si patria fuésemos, como si fuese posible dejar de ser…

las Provincias Unidas de Su...



Calles enteras de argentinas/os enteros/as vestidos de celeste y blanco. Páginas enteras, horas de audio y sonidos tan enteras… Tapas enteras. Todo entero para tanto vacío. Me preocupa que en unos días quede un calorcito en el pecho, y en poco más de dos semanas, como mucho, ya no, ya nada…
Me preocupan sobre todo los títulos y poderes; la pugna por un algo que es de todos los argentinos. Tanta disputa es inconcebible. Pero quizá es otra tapa más. Tal vez no debamos sufrir tanto.
¿Por qué la diva argentina está tan engalanada y con los símbolos patrios entre las piernas? Es la simpleza: Susana, el nombre, Susana, el rostro; celeste el nombre, blanca, ella. Un rodete que nos remonta a Evita (no pondré otra mujer; ¿por qué no tenemos tantas mujeres en la historia? Sabemos por qué, pero, por qué pondríamos “otra” entonces?), y los símbolos desperdigándose en el vestido, no por ello desordenados, todos debajo de su pelvis; su talante altivo, SU… Y ningún otro mensaje; sólo Susana y patria, pero Susana y luego patria, como Cristina y bicentenario.
En 1810 gritamos libertad; en 1816 realmente nos separamos… ¿Por qué nos adelantamos? Y, por otro lado, ¿no se debe llevar la bandera siempre si tan argentinos somos?
Esperamos hasta que la casita de Tucumán abra sus puertas nuevamente; esperamos a Susana vestida de coya, quizá, que poco importa en Miami, y más festejos, y demás…
“Patria es humanidad” dijo y escribió y sintió el vecino Benedetti… Y yo acá enojado con Shakespeare por encontrar las palabras justas tantos siglos atrás: Much ado about nothing (traducirlo sería quitar su verdadero valor, aunque acá signifique; intentaré, aunque duela, conservar el pequeño e inútil valor de las cosas).

3 de mayo de 2010

Libertad de expresar


3 DE MAYO: DÍA MUNDIAL DE LA LIBERTAD DE PRENSA.

Resolución: "Fomento de la libertad de prensa en el mundo" (1991)
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos


Artículo 14: Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio: […] de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa […].

Constitución de la Nación Argentina

La libertad de prensa es, probablemente, uno de los bienes personales más difundidos en las sociedades democráticas… En el proceso de socialización secundaria, principalmente en los niveles intermedios de la educación argentina, se hace énfasis en este derecho, junto a otros valores y disposiciones que nos competen.
A mi parecer, “libertad de prensa” acota las circunstancias, puesto que “prensa” remite a medios, principalmente a diarios, mientras que la cuestión es de una índole bastante más amplia… Prensa se configura en el mundo del periodista, mientras que la idea que se acentúa es la de “expresión”, que en tanto tal, y como derecho, nos compete a todos.
Y, la expresión, en su nivel de acción, se configura en esos dos conceptos saussureanos que se desprende del signo y, por ende, de la significación: el significado, aquello que se expresa, y el significante, el cómo se expresa (en este caso no me refiero a las interfaces que se utilicen para decir, sino las modalidades propias del decir, que competen a la elección de las estructuras a utilizar para comunicar, y que en la comunicación verbal son acompañadas por lo paralingüístico y la entonación, mientras que en las diferentes formas de la comunicación escrita se manifiestan, así mismo, por los paratextos, y el contexto). Buscando la perfectibilidad que se le recrimina al lingüista, la conexión entre lo que se dice y la forma en que se hace se encuentra en los valores propios del comunicador; este es el punto más permeable de la presentación, puesto que es menester atender a los procesos individuales y es una imposibilidad para todo estudio, mas los diferentes signos resultantes pueden bien agruparse por similitudes. Aún así, este tema no nos interesa, sólo entender que es esta relación lo que moviliza a todo el sistema de acción, es la motivación en sí de “decir esto” de “esta forma”.
Cuando hablamos de libertad de expresión, comunmente nos referimos al signo en tanto tal; pero, siguiendo a Barthes, creo correcto en atender a los tres signos del signo (significante, significado y signo), y advertir a este efecto que la libertad de expresión debiera estar movilizada por un conjunto de valores configurados de un marco ético que, al menos, sea propio –siendo que toda institucionalización implica coartarse-, pero que, justamente, por responder a una ética, hable de un conjunto, de una cultura de la que forma parte. En definitiva, la libertad de expresión debe ser la libertad del “poder decir” respetando la diversidad, modelando para ello los enunciados en pos de atender al “cómo se dice”. Está claro que esto responde a una cuestión de contexto, y que el contexto también coarta y es determinante. Aún así, este “poder decir atendiendo al cómo se dice” puede desviarse estableciendo un contrato de lectura que así lo prescriba, como es el caso de la revista “Barcelona” (esta revista ejemplifica también las consecuencias de transgredir este principio implícito: es víctima de las críticas por sus publicaciones, que resultan, como mínimo, insultantes… Pues bien, la revista así lo estableció y se puede estar o no de acuerdo con ella, pero en tanto emisor ha establecido sus características y es decisión del usuario de, en este caso, leerla o no, o de hacerse cargo de las consecuencias).
Hablar de libertad de expresión- expresión más amplia que libertad de prensa, y no por eso menos acertada- es entonces hablar del derecho de los seres humanos de poder expresarnos libremente; esto no debiera significar (aunque lo hace), que se puede decir cualquier cosa de cualquier forma: todo aquello que se expresa está sujeto a críticas, y para no perecer bajo ellas debe estar sustentado por una serie de fuentes que lo legitimen; y, todo aquello que se expresa puede bien hacerse de muchas formas, pero la elección entre tantas modalidades debiera atender a los valores culturales propios de, siquiera, una sociedad dada, puesto que, por un lado, bien se puede hacer, y, por otro, se cae, ante todo, en la falta de respeto, que es otro de los bienes preciados del hombre, el de su integridad; y su importancia no es para nada menor.

29 de abril de 2010

"Pero algunos son más iguales que otros..." - nos, los animales

Cuando decimos "Día del animal", nos posicionamos fuera del referente, y conmemoramos a esos otros, que eso son, pues también somos. Las explicaciones biológicas ya son hasta causa perdida, puesto que las sabemos pero las desaprendemos y también se encarga que no se enfatice en la socialización al respecto, so pena de ¿caer tan bajo? Pero eso somos.
Aún así, prefiero conectar a dos textos que están de por sí conectados, puesto que el segundo alude al primero:
*"Rebelión en la granja", libro de George Orwell (1964), con un gran contenido ideológico y político, pero sobre todo destaco la ironía en la metáfora del cerdo-hombre (sí, recuérdese que el cerdo está cargado de connotaciones a lo largo de la historia, y que es un insulto más en la larga lista de los humanos), y
*"Animals", álbum de Pink Floyd (1977) que recupera el mensaje y los personajes del libro anteriormente nombrado y los carga de un mensaje ácidamente ideológico, y no ya tan político, en el que la lucha entre los animales vuelve a ser el imperativo, animales que seguimos siendo nosotros, no sólo reflejados, sino por esencia propia.
Son sólo meros ejemplos, y está claro que es ficción, peor encierra miradas aquejantes y que, no por ser ficción, se deben creer inválidas. Todo lo contrario: si sólo construimos ideologías, está bien con ellas caer a tierra y recordar que no somos tan diferentes y que sería muy triste que los cerdos también usaran pantalones y fumaran.

Los siete mandamientos (en el gobierno de los animales)
1: Todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo
2: Todo lo que camina sobre cuatro patas, o tenga alas, es un amigo
3: Ningún animal usará ropa
4: Ningún animal dormirá en una cama
5: Ningún animal beberá alcohol
6: Ningún animal matará a otro animal
7: Todos los animales son iguales

Enmienda al inciso 7º de los siete mandamientos durante el gobierno de los cerdos:
Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros.

"Los animales de fuera miraron del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo, y nuevamente del cerdo al hombre; pero ya era imposible discernir quién era quién."


(Fragmentos adpatados de "Rebelión en la granja" de George Orwell)



"YOU KNOW THAT I CARE WHAT HAPPENS TO YOU,
AND I KNOW THAT YOU CARE FOR ME.
SO I DONT FEEL ALONE,
OR THE WEIGHT OF THE STONE,
NOW THAT IVE FOUND SOMEWHERE SAFE
TO BURY MY BONE.
AND ANY FOOL KNOWS
A DOG NEEDS A HOME,
A SHELTER FROM PIGS ON THE WING."


(VOS SABÉS QUE ME PREOCUPA LO QUE TE SUCEDE,
Y YO SÉ QUE VOS TE PEOCUPÁS POR MÍ.
ASÍ QUE NO ME SIENTO SOLO,
NI SIENTO EL PESO DE LA PIEDRA,
AHORA QUE HE ENCONTRADO UN LUGAR SEGURO
PARA ENTERRAR MI HUESO
Y CUALQUIER TONTO SABE
QUE UN PERRO NECESITA UN HOGAR
UN REFUGIO CONTRA LOS CERDOS VOLADORES)

("Pigs on the wing 2", 5º y último track del álbum "Animals" de Pink Floyd)



¡Feliz día para todos!

30 de marzo de 2010

La revolución como sueño eterno*

Acerca del sentir argentino, los discursos que no dicen y la memoria…

(Ícono publicitario de la fiesta que se llevará a cabo en el Obelisco el próximo 24 de mayo, con motivo del Bicentenario)

La ruptura y el quiebre, y el quiebre que rompe. Un pueblo revelándose para ser, y una nación reuniéndose cada 25, como entonces y siempre sin paraguas, para repetir el grito que fue convicción y que año a año exige un esfuerzo gradualmente más elevado para poder entenderlo y sentir; aún así menos sincero, con menos historia, la propia y la del pueblo, la propia con la del pueblo…
¿Qué hay entonces de Bicentenario en nosotros? Un recuerdo institucional, una plaza y algunos datos que se pierden con la llovizna inventada, y que logran aferrarse a la bandera sólo cuando nos lo proponemos; el problema radica en que gran parte de la población Argentina no se lo propone, y que lo que nos rodea no nos acerca al recuerdo, no nos refresca la memoria -memoria que no ha de ser sólo del ’76, que es la de todos y la de siempre-…
En 1810 un grupo de rebeldes gritaba la revolución y la comunicaba, a paso de caballo, a la población de la vasta Argentina; doscientos años después, a 2.4MB de potencia, a la mera sintonización de radios o televisores, al “paso” frente al puesto de periódicos, pocas letras, sonidos, fotos, videos, nos recuerdan que somos Nación (con mayúscula). Y, si bien las instituciones siguen hablando de la revolución por la independencia con sus ilustraciones decorativas, la “Revolución de Mayo” termina siendo un feriado con obligaciones patrias. Es claro que no todos tenemos los mismos principios, pero es justamente entonces donde deberían intervenir los discursos para encontrarnos con la historia: un entramado de enunciados académicos, literarios y, por sobre todo, mediáticos (que no siempre lo literario lo es) serían el coctel más apetecible para la construcción del “discurso cotidiano”, del ser con su entorno. La falla se encuentra en no lograr encontrar marcas discursivas que siquiera nos acerquen a una idea de patria; sí, sin embargo, de pugna de poderes e intereses entre los que la palabra “Bicentenario” logra insertarse como título honoris de otra controvertida decisión económica “K”. Olvidado ya ese tema, cuesta encontrar en los titulares de los diarios una historia que nos acerque a nuestra historia, a nuestro pasado. Las radios y los noticieros siguen con interés la verdadera lucha por el discurso (el propio, no el del pueblo), e internet, aún con todas sus posibilidades no nos presenta un panorama tan distinto: “googleando” el bicentenario argentino, nos encontramos sí con páginas que se proclaman a este tema y algunas noticias que no rememoran al “25 de mayo” cargándolo de sentir patriótico, sino como mero hecho anecdótico.
Es verdad que la construcción de todo sentimiento ha de ser propia, concierne al ser, a sus experiencias y a sus condiciones psicológicas; pero en una época en la que los que tienen acceso a la información se insertan en un mundo en el que se derrumban las barreras culturales, sociológicas, políticas, y hasta lo económico se quiere creer como global, es menester recordar los valores primeros, so pena de seguir gritando “¡Viva!” a una patria de la cual ya no nos sentimos tan parte, con unos valores que se alejan en demasía de lo que el sentir argentino representa.
Sentir argentino… Nos preguntamos si alguien entiende lo que estas palabras, ya casi en desuso, significan… Como comunicadores sociales es nuestro objetivo luchar por no olvidar quiénes somos, por hacernos parte de la historia y, luego de todo este proceso que, como dijimos, ha de ser siempre interior e individual, es nuestra tarea no dejar que las letras sigan no diciendo, que las voces sigan callando, que las imágenes sean cada día menos nuestras. Con ese sueño de jóvenes rebeldes, doscientos años después, seguiremos luchando.


*(Artículo escrito para la cátedra "Comunicación periodística", UCES Rafaela)

24 de marzo de 2010

"Señores jueces: Nunca Más."



“(Al fondo empezaba un campo sembrado de girasol.)
El cielo se empezó a oscurecer de golpe y mientras yo tiraba de la cuerda y la bandera subía, llegaron las primeras bandadas de langostas. Al llegar la bandera al tope, el cielo estaba negro. El general me tomó de un brazo y me empujó a una carpa que debía ser un cuartel de operaciones.
Prendí el encendedor y aparté la arpillera para salir. Ellos vinieron detrás y encontramos el campo pelado. Era como una sábana bien planchada tendida hasta el horizonte.
- Adiós a la cosecha-dijo el mayor y levantó el clarín que brillaba como si acabara de lustrarlo. El general me tendió una mano grande y arruinada y después me hizo la venia.
Mientras me alejaba por la orilla del arroyo escuché el toque de clarín que me despedía y me di vuelta para saludarlos. La langosta había pasado y en el mástil no quedaba nada.”

Fragmento de “Una sombra ya pronto serás”, Osvaldo Soriano. 45 y 46.

Es la necesidad de callar. Callar cuando podemos hablar, pero callar para poder escuchar y escucharnos. Ni siquiera un estudio de causas y consecuencias tendría valor; hasta Saussure sigue vigente y se puede hacer ese estudio con la ciencia madre para entender todo, pero ¿para qué? Semiosis y ser, todos gritos que son, que gritemos, pero la identidad... Quienes piensan, quienes pensamos, quienes PENSARON DIFERENTE... Todos muertos, incluso nosotros... Muertos por ellos... Sinceramente, no quiero seguir más.
La historia argentina no necesita un feriado el 24 de marzo: feriado es feria, es descanso, es hasta casi goce; la historia argentina necesita, sí, memoria, un pueblo que recuerde que 34 años atrás comenzaba un período que hasta es vano adjetivar (palabras como "oscuro", "doloroso", "trágico" pierden todo valor, quedan casi inválidas, no tienen casi el matiz de la huella que arde). Es el sentir, pero el pensar: la memoria que no olvida, de los que vivieron y de quienes tratamos de entender, por los que murieron, por los que tuvieron que callar, por los que se fueron y por los que nunca más sabrán... "Nunca más"... Si todos cargáramos esa frase de las connotaciones históricas y no del rito... Si no transformásemos en rito la sangre de la historia... Si aprendiéramos a ser humanos (ser humano, concepto que desde los albores del aprendizaje usamos sin llevar), o menos humanos, quizá.
No ataquemos al sistema... Seguimos siendo lo que quieren que somos: sus engranajes... Y actuamos en torno a tal... Nos queda, entonces, la capacidad de ser y hacer memoria, de entender y de cargar con la historia, que nos hizo y que somos; y siguen las bicicletas apoyadas en algún lugar.

«Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: ¡nunca más!»

(Fiscal Strassera en el Juicio a las Juntas.)

Memoria

4 de marzo de 2010

Las noticias en bruto y el no discutido (no indiscutido) lugar del periodista


Casi que debo confesar que el obligarme me ha hecho un pequeño radio-escucha. Y, casi, hasta con vergüenza, admitir hacer uso constante de La Red y de Continental, y, si algo disfruto de verdad (cuando no suena la impresora o el teléfono) es a Magdalena hablándome tempranísimo, aunque ya esté cansado de estar despierto. Eso, a modo de parentesís, esto, lo que quiero notar:
Continental anticipaba, ya en el cierre de "Primera hora", programa de 5 a 6 de la mañana, que Michelle Bachelet, presidenta del pueblo chileno, estaría hablando por teléfono con el programa a las 8 de la mañana del día de hoy, horario de "Magdalena tempranísimo". Admito que considero al terremoto de Chile (como en su momento, al de Haití), como noticia bruta, dato que no necesita de tanta subjetivación y, antes de que alguien que quizá alguna vez lea esto y tengo ganas de discutirlo, lo digo de esta forma y lo categorizo así, en primera instancia, porque no sé de tecnicismos para estas cuestiones y, yendo al concepto en sí, porque como noticia no necesita de grandes titulares, de artificios que no necesariamente tienen que ser engañosos, pero sí cautivadores, si se quiere, para que el lector apurado, lea... Estos hechos, estas noticias brutas requieren tan sólo de las palabras justas para señalar el hecho, para denotarlo -retomando ideas- y lo demás "se vende por sí sólo", por presentarlo de alguna manera (Claro, hay quienes venden y quienes buscan decir, pero esquivemos sólo por hoy tantos debates... Me siento casi flaqueando, pero trataré de no cansar). Por lo demás, decir tan sólo que estos hechos me interesan más que los titulares corrientes de los diarios, no tanto porque sean poco corrientes (y, por ello mismo, requieren de un estudio pormenorizado en el momento que se da, no sea que luego se pierdan esos "pormenores" que seguramente no han de ser menos importantes), sino por su magnitud, por la catástrofe real que afecta a mi sensibilidad, admitiendo el ego.
Entonces, no pude más que seguir sintonizado para escuchar una conversación que no era tan personal como se presentaba, que la mandataria chilena se dirigía no sólo a esa cadena, sino a varias en distintas naciones y en la que, aumentando mi cuestionamiento de estos días (y que es lo que deseo presentar), se hablaba no de la relación con esos países con los que se comunicaba, sino que detallaba el estado social (la población y la crisis, el toque de queda, la situación de los recursos, ya sean energéticos como de alimentos y agua) en el que la nación bajo su mandato se encuentra... Sin lugar a dudas que al pueblo argentino, como al mexicano y a todos los estados del mundo les ha de interesar, quizás hasta como tema fundamental (por extremar, extremo uno y otro, y siempre del otro para que no se queje, él y nos) el estado crítico de un país devastado por una catástrofe que algunos piensan, sólo para nombrarlo, nada más, no es tan natural, o geológico, mejor dicho.
Retomo y concluyo so pena de perder poco por decir mucho; retomo conceptos de una comunicación institucional que no dejó de molestarme... Y digo: ciertamente ante una crisis hay que hablar para que otros no hablen e inventen; y ciertamente mantener una buena relación con los medios, so pena de venganza, es una estrategia fundamental... Pero: ¿por qué esto tiene que tener importancia? Digo: no critico ni el proceder ni las funciones de la mandataria o de los medios o de todo lo que fuese. Digo: sí, que las palabras que fueron a parar a Argentina, México y otros países latinos, bien se las merecen (y las han escuchado) los chilenos. El problema: que hablando 40 minutos para cadenas internacionales, se tuvo que privar de internarse en su nación. No es su culpa, señora Michelle, de verdad que no: las reglas todas del juego están dadas para que las cosas sean así.
Me pregunto si, nosotros -ellos y yo, en un futuro-, no podemos aprehender la información en estos casos por lo que el país dice a su país (a no ser que sea necesario, por relación bilateral con otro país).
Y, sí, me digo: sé que probablemente sea parte del "periodismo de sitio", pero fuera de todo pesimismo, ¿querré tocar la puerta derrumbada para que me cuenten la crisis o aprenderé a escucharla y mirarla e informar con coherencia y sin hacer desperdiciar el tiempo (que, seamos honestos, es más que menester)? No he de cambiar las reglas, pero entre todas las morales, la mía propia... Antes de escribir, antes de saber sobre eso que me rodea, conocerme, el punto justo, las ideas más o menos claras; las de todos, el sueño que sigo sin entender por qué ha de ser eterno...

12 de febrero de 2010

"Caradelibro" y sus bagajes (todas las voces de quien escribe)



(no es otro tonto dibujito... Sépase. -Cortesía de: http://devserver.paho.org/virtualcampus/drupal/index.php?q=node/152/)


(Sobre nosotras, las voces que debaten en quien escribió y escribe, y lo que otros concluyeron y lo que dijimos)
Es, sí, un archivo más, empolvado y por corroerse, como toda cosa que cae en desuso -si es que en algún momento tuvo uso alguno-, pero así nos presentábamos en esta búsqueda casi vanidosa que nos concierne, a la voz que escribe y a las voces (no por eso de personalidades varias, ja!) todas que forman el artificio del debate en torno a todas las variables que llevarán al arribo final, no sea producto, por desechar toda intervención comercial, no sea trabajo, por desechar sus bases, no sea ensayo o lo que se quiera, por evitar entonces toda esa otra vanidad que poco interesa. En fin, sí, ese primer bosquejo de algo que se despliega de todas las palabras que vuelan en quien escribe, y así eternamente con la pelea para qué, que es lo que tampoco nos interesa. Pero el artículo: los 5 periodistas "acercados al mundo" por no más que un twitter y un face, de todas esas voces que forman sus círculos, y recuérdese que dijimos que los círculos no son tan heterogéneos como pensamos los seres "diferentes", tan heterogéneos digo como para mostrar tanto, ni tan homogéneos como para mostrar sólo lo que queremos, o para ver lo que gustamos, y, por eso mismo, desacreditábamos las voces de quien escribe tanta idealización pero, aún así, el dato certero: con facebook y twitter "leemos cosas del mundo", pero ni tan profundo ni tan amplio como se pretende, y ahí el punto de que es menester plantearse para qué lo usamos y de ahí cómo nos configuramos en el medio; pero el proyecto es válido, y los no-tan-exclusivos resultados, datos a tener en cuenta en la interacción con estos medios (y, por oposición, con todos los medios actuales).


Adjunto a tanto palabrerío los resultados de este proyecto y cito aquellos párrafos que mis voces consideran relevantes y que, vaya vanidad nuevamente, hablan un dialecto semejante al de "La agenda n/u/e/s/t/r/a de cada día", que también enlazo para que se enlace si gusta el ningún-lector:

Textos que charlan:
RESULTADOS DE LA EXPERIENCIA FACEBOOKTWITTEANA-MUNDO:

"El primer factor a tener en cuenta, para Willems, era lograr reunir un buen grupo de contactos fiables, ya que en Facebook y Twitter la calidad de las informaciones depende de quienes contribuyen a esas redes.

En segundo lugar, respecto a Twitter, destacaba su especificidad. La limitación de caracteres a 140 le parecía al mismo tiempo una ventaja y un inconveniente. La ventaja, que los mensajes han de ir a lo esencial. El inconveniente, que la información que contengan pueda ser parcial.

Finalmente, reseñaba la falta de jerarquización de la información en las redes sociales. Ésta sigue, decía, un modelo horizontal, mientras que los medios tradicionales estructuran las noticias de manera vertical. La recolección de información en los medios sociales le parecía algo así como una misión imposible, dada la multiplicidad de actores, canales y mensajes: ¿Quién envía qué, por qué lo cuenta, qué pertinencia tiene?
"
*
http://www.periodismociudadano.com/2010/02/07/cinco-dias-con-facebook-y-twitter-como-unicas-fuentes-de-noticias/

CONJETURAS SOBRE LOS RESULTADOS DE DICHA EXPERIENCIA (de Brisa en voz):
http://brisaenvoz.blogspot.com/2010/01/la-agenda-nuestra-de-cada-dia.html"


ANEXO:
(Evito los formalismos, es sólo un ayuda-memoria)
Surgiome la necesidad de "estar pensando" cosas en versos, míos o que otros versan en mí, y sentime malferido -aquijoteadamente- al tener que desechar la estructura porque Facebook coartábame para que así lo hiciese. Muchas veces tuve que esquivar aquellos vicios que uno tiene adjuntando dichos versos a imágenes que si se dejan "estar pensando" en versos uno debajito de otro, o pensar los versos tanto como ellos me dejan expresarlos, al-ladito, y, para que se entienda su condición de versos hice uso de lo que los libros, por ejemplo usan, amadas barras eternas... Pero dicen otras cosas,el resultado no es el mismo.
"allá lejos
y acá, tan cerca
ya no habrá sombras
tampoco tu luz"

quise decir entonces, mas enojeme tanto con esta censura que me desobligué, en un acto de rebeldía, de mis propias comas y puse, ya sin miramientos y a secas:
"allá lejos y acá tan cerca ya no habrá sombras tampoco tu luz"

Me pregunto si así no vamos matando algunas cosas, capaz.




*(Cursiva nuestra)

1 de febrero de 2010

Agendas ¿Nacionales?: "no tiene nada que ver con La Red"

Necesidad primera: no quedarse dormido. Necesidad segunda: informarse.
Así nace entonces mi necesidad de "El alargue", programa de trasnoche de Radio La Red AM 910. Y, aún cuando muy aparte de los minutos previos y adicionales del balón-pie, debo confesar que lo disfruto. Hay cierta sobriedad que no debería dejarse de lado, pero hay tanta "Argentina" también en ello...
Marcelo Baffa, quien conduce el programa junto a Cali Fidalgo, dio esta respuesta a un oyente litoraleño -quien había reclamado vía mensaje de texto la necesidad que informen también sobre el interior del país y que no todos los hechos presentados tuviesen como única voz de experiencia la porteña- (cito ineficazmente, por la imposibilidad de escribir y trabajar al mismo tiempo, pero a sabiendas de que cito sin modificar el sentido del enunciado):
"En santa Fe, como en cualquier otro lugar, hablar por lo que pasa en ese lugar no tiene nada que ver con La Red."

Marcelo Baffa se hizo portavoz, entonces, de la institución y, claro, toda persona que hable por y en ella, lo es... Pero, entonces, ¿cuál es el mensaje fidedigno?
En la historia de la radio que se presenta en su página oficial, se pueden leer mensajes un tanto dispares al del periodista, como este:
"La programación de La Red se nutre de noticias nacionales e internacionales, con móviles en vivo y corresponsales desde cualquier punto del país y del exterior y está integrada por periodistas, y líderes de opinión, con estilo propio, que aportan análisis, claridad y reflexión sobre la actualidad." (Las negritas son nuestras. Puede seguir el link para leer la historia completa: http://www.uol.com.ar/lared/web/historia.htm)
¿Qué se entiende por nacional? Los móviles hablan del interior, entonces ¿le compete a La red? ¿De qué habla cuando habla? O, acaso es más fácil hablar de lo que se tiene más cerca que recolectar información del "interior"? (Si las provincias son el interior, ¿Buenos Aires es el exterior? ¿O un punto intermedio tan definido y centralista que agobia?
Se puede llenar de preguntas la página, pero la idea ya está planteada: Si La Red, considerada (tal como su web lo resalta)"entre las cuatro radios líderes del país", dice que habla sobre la capital que es lo que le compete, ¿el resto del país que voz tiene? ¿Cómo re-crea su realidad? ¿Siguiendo los ejemplos (excluyentes, no hay otra palabra) del centro que sí tiene que ver con las radios líderes? ¿queda tanto espacio para que experimentemos y de allí nuestra realidad? No lo creo...
Mañana encontraré nuevamente ese programa... No es una cosa personal, como tampoco lo es con los "diarios nacionales" que nos presentan modelitos bastante capitaleños... Hoy diario "Crítica de la Argentina" puso como nota principal algo bien "nuestro": "Sin remedio (vencieron insumos para hospitales porteños)"... En Rafaela no hay más calmantes, pero calmémonos.

29 de enero de 2010

Tantos colores no nos llevan al cielo: la realidad, con una venda



[…] “Así que antes veías las cosas”, confirmaba Claudio con euforia. “Por supuesto.” “¿Y ese recuerdo te ayuda a imaginar lo que te rodea?” “Sí y no. También los recuerdos se van borrando. A veces recuerdo el recuerdo del color, pero no el color mismo. ¿Vos te acordás de todo lo que aconteció cuando tenías seis años? ¿No te pasa que a veces recordás algo que ocurrió, pero no como evocación directa de tu memoria, sino porque el episodio viene siendo repetidamente narrado, a través de los años, por tu madre o tu padre? Al final, asumís tu papel como protagonista de esa historia contada, pero no desde el interior de este protagonismo que alguna vez tuviste.”
A Claudio esa explicación lo superaba. Se le figuraba enigmática pero fascinante. Entonces agregaba: “¿Y soñás a veces?” “Sí, sueño a menudo.” ¿Y en los sueños, ves?” “Bueno, no sé si veo o creo que veo.” “¿Y soñás en colores?” “No siempre, pero en alguna ocasión. Lo que ocurre es que cuando despierto, tengo conciencia que soñé con colores, pero no te sabría decir cuál es el rojo, el amarillo o el verde. Además, no siempre sueño que veo o creo que veo. Lo más frecuente es que intervengan en mis sueños los sentidos que aún poseo. O sea, sueño que palpo cosas, saboreo cosas, oigo cosas, huelo cosas.”

Fragmento de “La borra del café” de Mario Benedetti.


¿Cómo aprehendemos la realidad? ¿Cómo funcionan los sentidos? ¿Cómo vemos? ¿Qué vemos?
Lo relativo a los colores es lo que creemos por ellos, lo que colectivamente aceptamos como amarillo... ¡Hay tanto amarillo en esa canción y no la veo! O si la veo, pero bien mirado, nadie cree que pueda hacerlo...
¿Qué hay detrás de tantas palabras? Siempre una idea.
¿A dónde van los sueños? Al recuerdo, al olvido... ¿Se olivda en colores solamente? Caramelos rojos, ¿por qué ricos?
Cuesta abstraerse de la imagen, o de la idea primera que tenemos de imagen como foto... ¿Cuántos océanos nos perdemos por mirar? ¿Por qué no vemos la brisa?
Confieso que soy el primer adepto de la imagen visual como imagen total, y esto por mi imposibilidad de abstraerme de las fotos para construir y reconstruir la realidad... ¿Será que todos esos sueños que no recuerdo fueron oliendo, degustando, tocando, oyendo?
¿Qué mundo nos estamos perdiendo por ser hijos de los ojos?

Los sentidos son las puertas al mundo que nos rodea, o que nos figuramos que nos rodea. Si tan anclada está la relación imagen-ojos que no podemos relacionarla con los otros receptores sensoriales sin tener que abstraernos en demasía (o al menos con cierto esfuerzo), ¿podemos realmente afirmar que conocemos, sabemos, vivimos?

¿Por qué es único el momento en el que cerramos los ojos y nos "dejamos llevar"?
Ah de ser que tanto empieza por ahí y no lo supimos sentir...



- Imagen perteneciente a la artística del álbum "Wish you were here" de Pink Floyd. -

25 de enero de 2010

Legitimación del producto: ¿quién carga con el canon?

Publicaba el 22 de diciembre de 2009 este enlace en mi facebook personal y acotaba:

"Verón habla de Industria de la información, pero esto es Adorno, esto es Horkheimer, esto es Industria Cultural, y es el aspecto negativo de tanta generalización ante un sólo postulado, que no niega ni calla nada, pero que trasciende. No ha de entenderse por Información, puesto que lo que se pone en juego no es el contenido, sino el producto en sí: producto, cuestión básica de la cultura pos-moderna, pero producto que también es para todo, siendo que esto, esto, esto es más que la comercialización de un auto, trasciende toda cadena de montaje: esto es lo que, en oposición, implica a la alta cultura. La deslegitimación se vincula más con el uso y abuso de los medios, y de la gente, y de los mánagers, claro, pero la señora pelada siente, lo siente... "But he is a fool..."
Industria cultural que no nos deja desvincular arte de desastre, que convierte todo en mercancía, aún critícándola... Canción soñada de la posmodernidad; no, de la eternidad: lo pos-moderno es una excusa para vender mejor. Esto no se vende, esto es impagable...

Fe de erratas: Se dijo "de contenido"...Más apropiado sería y es "De discurso plausible como interpretación del mundo". El arte es interpretación, como todo lo es, pero la información propiamente dicha está ahí, y dada, para la rapidez de aprehensión de la gente de dicha realidad, cualquiera que sea: el arte, el alto arte, esto es, no da lugar a celeridad de interpretación: uno necesita interpretarse a sí mismo, interpretar la obra, sentirla, vivirla para lograr sentir tanta cosa suelta por ahí y que no se puede captar por naturaleza, así como está dado. Interpretación es todo, de interpretaciones somos; arte, la más compleja. Atañe a la totalidad del individuo con el mundo."


http://www.youtube.com/watch?v=PEirGLm3t8o

Comentario de fanáticos, ha de confesarse, pero ¿hasta dónde todo y nada lo es?
Antes de atender a lo fanáticamente postulado, ha de entenderse que arte o no arte lo configura el ser, en sí y si le importa: Duchamp es Duchamp porque alguien lo colgó en un museo conocido; copia de copias, lo nuevo está en la revelación; copia y más de lo mismo es Danielle Steel, y ¡por dios que no los comparo!, pero resulta la única lectura de mucha gente, pobre para muchos, pero ahí está, y para ellos es más que legítimo: alguien también las publicó, se venden por millones, les gusta. ¿Qué más ha de pedirse? Libre albedrío, pero sin definición concreta y entendiendo que "la literatura es de por sí tan difícil de conceptualizar", ¿quién hace el canon? ¿Quién legitima? Y, al fin, en cosa seria: ¿por qué este y no aquel? Valor, el individual otra vez, pero si todo lo es, ¿entonces esto? Ese alguien de Duchamp se ampara en su posición obtenida probablemente por ese mérito que deviene de los libros, aquel alguien que sólo lee a D.S., ese legitima porque le gusta, y, vamos: ¡es igual de -válgase la redundancia- legítimo! Aunque, claro, para él... No está en los libros, sí en su haber y por ello es respetable, como todo lo que concierne a uno. La discusión sobre todo esto es plausible, pero el ser es ser en sí, y aprehende su propio mundo. De allí a todo.

Ahora bien. Aún cuando quede ya todo expreso, pero no menos ligado al gusto personal, en el comentario del enlace, valga la siguiente pregunta: si todo lo que consumimos pertenece a la industria cultural, ¿es, por oposición a la etapa anterior, no-arte? Necesario también decir: si todo es producto, no hay espacio para el arte puro y limpio de toda cuestión mercantil? Es cierto que todo, todo, todo lo que (sí, ahora es) "consumimos" fue pensado como factible para que determinados grupo sociales lo consumiesen, incluso toda la movida under y no-alineada puede bien entenderse así, puesto que aún desligándose del sistema industrial, su oposición al mismo funciona como opción para ciertos grupos que se desentienden del sistema, y así la cadena. Es, sí, una mirada triste a tanta cosa bella, que por todo lo escrito antes, para alguien lo es, pero el problema es de nuevo la legitimación del producto, que bien, sí, se repite, todo lo es, todos lo venden, pero ¿qué hay del que lo consume? ¿Es tan pasivo que sólo compra maquinalmente?
Existen las sensaciones; es poco más de todo eso que se dice, es lo que queda como recuerdo de aquella canción que nos persigue, del libro que todos compraron pero que a nosotros nos dijo; de eso se trata... De qué nos significa... A cada uno de nosotros. Sé que es hasta cursi la idea, pero ante el producto ha de verse, luego de comprado, al consumidor, y tratar de interpretar su relación con el mismo. Aún cuando lo "adquiera" porque todos lo hacen, si le significa, ¿qué tanto de cultura hemos perdido?
Válgame nuevamente el fanatismo: me siento el ser más libre cuando escucho a Pink Floyd... Hay algo entre esas notas y yo que no se las puedo contar a nadie... Que arden.

22 de enero de 2010

El fundamento de la realidad y la realidad fundamentada


El fundamento de la realidad y la realidad fundamentada*

La base de la pseudo-condición
Quizá sea por todas las barreras que han traspasado, quizá porque barreras siguen existiendo, la cuestión de cuestiones es que el debate en torno a la identidad sexual es un tema poco más que recurrente dentro de las asignaturas del globo. Los grupos homosexuales, en sus contextos, con sus historias y leyes mediante, no han dejado de ser parte de la acción pública de las últimas décadas, y esto no tan aristotélicamente hablando, sino más bien en sus bases, en su necesidad de ser reconocidos como iguales, como diferentes en un mundo desigual pero con las mismas condiciones y aceptaciones que cualquier ciudadano. La base primera: su pseudo-condición -que no seamos todos condicionados-, que la diferencia no radica en esta cuestión hétero-homo, sino en la idea que se tiene de ello, en el fundamento primero, a saber, el principio de aquello que hace de un homosexual lo que es; ¿se nace o se hace?
Y esta pregunta no puede ser central hasta que otras preguntas hayan tenido respuestas, hasta que el –por de alguna forma discriminarlo, diferente de segregarlo- homosexual haya sido aceptado en ciertas instituciones y su posición al respecto de este interrogatorio tenga relevancia. Y, por esto mismo, quizá en la Argentina no haya tenido ni el peso ni la fuerza que en la región Toscana de Italia, donde fue el mismo gobierno quien propulsó la campaña, en el marco del Festival de la Creatividad de Florencia. Pero entiéndase con esto, y así mismo fue planteado, que el objetivo primero fue el mensaje y no el festival. Y el discurso, que sería entonces censurado por las otras instituciones que de forma histórica se han opuesto, como la iglesia, fue conciso, directo y puntual: la imagen de un recién nacido con su brazalete identificatorio de sexo, homosexual, y la leyenda que reza: “La orientación sexual no es una elección”.
La publicidad fue creada por la fundación canadiense “Emergence en Quebec”, que lucha contra la discriminación sexual, entre otras bajezas humanas; y fue creada para que el gobierno toscano la inserte en sus calles, en sus diarios, en su debate anti-discriminación al que también adhiere. Al respecto, Antonio Fragai, de derechos civiles dice: “La homosexualidad no es un vicio, no debe ser condenada ni marginada, ni mucho menos debe ser perseguida”, a lo que el opositor demócrata-cristiano Luca Volonté responde: "Al usar la imagen de un recién nacido se da a entender que se nace homosexual, que se trata de una característica innata, lo que es un engaño y una vergüenza”; vergüenza también señalada por el Vaticano, proclamando que no hay necesidad de plantear el tema de esta forma. Y el debate regional se hace mundial y los diarios del globo se hacen eco del bebé y su simbólico distintivo.

Sala de recién nacidos
El símbolo primero y quizá el total. Tan sólo el bracito arrugado y pequeño y el brazalete hubiesen alcanzado para emitir el mensaje base: se nace homosexual.
El brazalete en sí mismo remonta a la sala de recién nacidos y a la necesidad de clasificarlos; el choque se produce por este nuevo género, no por aparición sino por aceptación. Si se hace una lectura detenida se puede uno preguntar si el homosexual deja de ser varón o mujer, pero entonces recuerda que su pseudo-condición lo aleja de toda condición, que entonces, según los otros principios básicos, el varón nació para unirse a una mujer, y la mujer, para el hombre; el homosexual entonces, ¿dónde entra? ¿Qué brazalete debe ponérsele si el diccionario, público en este caso, no lo alcanza a definir? Y, de forma implícita, la crítica: ¿por qué no se lo etiqueta de “Heterosexual” al bebé de al lado? Quizá porque hay una sola manito y no se reconocen a los demás, quizá porque eso no es lo que importa, el problema no radica en ello, con seguridad porque el bebé de al lado tiene la etiqueta de “Varón” y esa habla por sí sola para él, y excluye a la manito publicada.
Sobre el puño cerrado uno puede preguntarse si el bebé ya no se está quejando de tanto alboroto por una cuestión que, entiende, debería de ser tan singular como la realidad del heterosexual -si resulta necesario diferenciarse-. Pero quizá lo más necesario sobre este puño son sus arrugas, su vinculación con la realidad primera, que es la del nacimiento. Entonces sí se puede hacer la vinculación distintivo-mano y comprender hacia dónde se va, desde dónde parte la idea, y entender que ya desde el nacimiento el ser es quien es y no hay caracteres externos que configuren su sexualidad.

“L’orientamento sessuale non è una scelta” y la imagen difuminada
Es cierto que el brazalete y la manito hablan por sí solas, pero entonces no se hubiese podido crear el choque mayor del que hablan los opositores, o no hubiese sido el mismo: la imagen del bebé es necesaria para que el mensaje impacte. Probablemente el bracito por sí solo hubiese pasado desapercibido en las páginas de los diarios, pero no la imagen de un bebé, no todo el significado que esto tiene socialmente. La imagen de un recién nacido crea sensaciones de ternura, nostalgia, despierta las emociones más tibias y sensibiliza y, por esto mismo, en sí misma es todo un mensaje del que no se podía prescindir. Pero, del mismo modo, uno puede observar que la figura del bebé fue retocada, difuminada en este caso, y esto para que no bloquee el mensaje primero, el del brazalete, para que no le saque todo el tinte que en sí mismo porta.
Y, por último, la leyenda, blanca cual el brazalete y uno hace la conexión directa: “se nace homosexual” -tal y como se interpretó-, ergo: “la orientación sexual no es una elección”. La leyenda tampoco está difuminada y se ubica por encima el brazalete, quizá para disipar incluso la posibilidad de equivocación en la lectura de la publicidad; y, al costado del niño, sin tapar sus rasgos distintivos, sin amortiguar entonces su mensaje, dejándole ese espacio que se le estableció.

La ley de lo primero
De elecciones se trata entonces todo lo que viene después, del nacimiento, de la publicidad, del discurso primero, segundo, al cubo, a la n, el que nos llegue, que alguno nos llega, y respuestas son entonces las que podamos concebir, pero la base, el principio, es antes de eso, antes de que se pueda hablar de algo, es en el principio de la historia, y ahí es donde se instala esta discusión que tiene muchas voces, pero que la realidad, fuera de toda semiosis, como toda realidad en sí, es única y, por ello, incomprensible. Y, por eso mismo, todas las posiciones son válidas, si no son coartadas por alguna creencia que no deja ver más que una cara y que, de esta forma, conoce una sola realidad y no la aprehende en el todo que se puede tomar; y, entonces, el principio es donde somos, y fuera de toda etiqueta, la discusión va más allá: va sobre los principios y los valores que tendrán poco de objetivos pero que han de ser aceptados como único medio posible para el funcionamiento de la sociedad; y la discriminación fue, va e irá en contra de todo buen principio y esa es la inadmisibilidad primera, por eso es por los que algunos luchan y otros deberían aprender a callar.




*Trabajo presentado en la cátedra "Semiótica de los medios contemporáneos" de UCES Rafaela, año 2009, prof. Claudia Manera

La agenda n/u/e/s/t/r/a de cada día

"Cinco periodistas se aíslan para conocer la realidad sólo a través de
las redes sociales"
http://www.20minutos.es/noticia/610955/0/periodistas/aislados/redes/


Facebook y Twitter sobreviviendo al ser de la era de la información; un MSN con más posibilidades de individualización y, aún así, de interfaz: el hombre portador de la información, lo que pasa según vos y yo y ella y aquel otro. Tanta nube suelta que tratamos de observar de una. Agenda setting nuestra de cada día. Clicks y más clicks hasta ese lugar que, queremos, sea común. ¿La propuesta? Un libro con tu cara y un click retorcido, poco menos que palabras, casi una mirada ciega: ¿qué dice? ¿Quién dice? Quién... Eufemismos aparte, Frankfurt y un par más digan que decimos, que allá vamos: los nuevos portadores de la realidad aportan lo que portan de otros medios, construcción de construcciones, reconstrucción, que todo lo es, que todo lo sea, pero que poco hablan. ¿Cuántos comentarios leemos en un enlace? ¿Qué dice el destinador al respecto? El usuario-emisor esto es... Muchas veces sólo calla, publi(cita)ca, sí, una cita también, pero acertada: es al bien común y no duele. Lo importante es que no hay aguja que pinche y "yera", el receptor se defiende, opina, juega, siente, lee... Eso, lee, un video, una letra, una imagen. Tanto acertado; tanto al fin.
¿Qué se conoce? Es el tema... Y, ¿por qué se conoce eso y por qué se evita aquello? ¿Qué podrían decirnos cinco no-periodistas? Pongamos a un obrero, un adolescente que estudia y a otro que no, un treinteañero mantenido, y una modelo... Agendas... Páginas enteras tendríamos, días, meses, de mucho o de nada... La diversidad... De los medios tradicionales, se conoce cierta homogeneización de la casa que paga, pero ¿fuera de ella? ¿Quién le paga a Ramoncito, a María Juana y a Anastacia? Libertad de prensa, como nunca, pero ¿qué publican? No vayamos a cuán libres, cultura entre las culturas, sí, lo sabemos, pero ¿qué dicen? ¿Dirán lo mismo que los contactos de las redes de todos aquellos señores de corbata en el campo 5 días?
No es deslegitimación; digo que la agenda es enorme, que tanto habla uno de sí mismo, vamos: ¡tan individual! Golpe acertado en la crítica, ¿por qué se olvida? Y, aún así, nuestra limitación, nuestra necesidad de aparejarnos de gente más o menos como nosotros, ahí todos, más o menos... ¿Qué dicen los amigos del abogado, del rollinga, de la novicia rebelde? Todos hablan y hacen hablar a los que ya hablaron, pero sus fotos...
De Sandro supe por mi madre... Después, me atormentó ella y la idea, y me di cuenta que de momento a otro, en todo lo poco de lo que me empapaba, estaba... Pero, cuando de la enfermedad pasó a la muerte certera, fue un facebooksiense, un alguien al que nunca le estreché la mano (cosa rara, muy pocos contactos, cosa privada) el que me dijo sin decirme: "Murió el gitano" -puso en lo que "estaba pensando"-... Y supe... Después sí, ya hablaban los diarios digitales y los otros alguienes y las personas en la sesión de chat... Pero el lugar primero fue un alguien que no me habla de Haití y, ¡vamos!, menos aún del estado de Evo, de Regrado, Cobos; no supe por él que se fue Benedetti... Quizás sí por otra facebooksiense a la que le substraje el link que abajo sigue, y la idea principal: ¿cuánto podemos saber del entorno que nos rodea por ese entorno? ¿Cuánto necesitamos saber y por qué sabemos eso y no vemos las otras curvas de la realidad?
Los 5 periodistas estarán muy al tanto de todas esas calamidades de comienzo de febrero -nos duele leer otra cosa-; claro que se quedarán con mucho dato en bruto y poca profundidad, casi como leer los títulos de un diario con muchos pibes contándonos, y algo de la familia y los chismes, pero los menos... Probablemente sólo hablen ellos de primeras planas; yo, en cambio, necesito leerlas, escucharlas, verlas... A eso vamos, consejo y realidad, sí, claro, pero también compromiso -individualismo, otra vez, pero que algo se prenda: mío.
Quizá sea esa la propuesta y, por lo mismo, no la respuesta. La multiplicidad de voces le da el cuerpo y el aroma al que quizá todos nos acostumbramos y, fuera de ver o no ver, pasa por otro lado, pasa por lo que apretamos, estrujamos; cosa inaudita, poco más que realidad, o necesidad de realidad, y ahí entra mi carencia y mi necesidad. Seamos sinceros, la avidez de conocer es antes propia y, si de algo sirve, para el otro; a esto último lo descarto, como descarto toda posibilidad de una letra mía que a alguien le signifique. Pero es aprender y aprehender, de eso somos, idea tras idea tras idea, el ser. Ya no queda más nube ni viento ni brisa... Quizá, sí, esa certeza: aprender a aprehender la brisa en voz, sentirla... Ah... Esencia.